También se les conoce como cervezas de invierno o cervezas de vacaciones, esta última definición es utilizada en países donde no existe tradición religiosa de celebrar la Navidad como tal.
Como su nombre indica, este estilo es estacional, es decir, que suele fabricarse y consumirse en los meses de invierno. Según averigüé en su día, en Bélgica se tenía por costumbre desde hace ya bastantes años, fabricar un tipo de cerveza especial unos meses antes de la llegada del invierno, para que estuviera lista en el momento justo, y que era consumida principalmente por los trabajadores y familiares de las fábricas cerveceras. Con el paso del tiempo, muchas de estas empresas empezaron a fabricarla también para su distribución, y por eso hoy podemos encontrar con la llegada del frio ediciones especiales de invierno en las estanterías de las tiendas.
Como son cervezas para tomar en época de frío, suelen ser potentes, de sabor especiado, color oscuro y elaboradas con maltas tostadas, de las que te hacen entrar en calor, vamos. Se usan multitud de especias: canela, cardamomo, anís estrellado, gengibre, y no son cervezas muy lupuladas. Tienen un alto valor calórico, dada la graduación, que suele estar por encima de los 6º hasta los 12º e incluso 14º en algunos casos.
St. Nikolaus, un claro ejemplo de cerveza de Navidad |
Y las diferenciarás del resto gracias al típico diseño de la etiqueta, que suelen ser motivos navideños: Papa Noel, copos de nieve, gorros con el pompom blanco, renos, arboles de navidad, etc... y como no podía ser de otra forma, colores rojos y verdes.
Ejemplos españoles donde elegir no hay muchos, solo se pueden encontrar un par de marcas, Damm y Estrella de Galicia, pero vamos, que nada que ver con las buenas (y originales) cervezas de Navidad.
Cervezas de Navidad de Damm y de Estrella de Galicia |
Es un estilo que me gusta mucho, porque en estas fechas apetece, y tomarlas después de comer o cenar, con un trozo de tarta (o cualquier postre), es una gozada.
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