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viernes, 29 de septiembre de 2017

De carnívoros a vegetarianos: Conclusiones generales (I)


Tal y como comenté hace un mes en la entrada «De carnivoros a vegetarianos: ¿moriremos en el intento?» habíamos tomado la decisión de dejar de comer carne, pescado, lácteos y huevos durante un mes para averiguar si el hecho de adoptar una alimentación totalmente vegetal se podía llevar de una forma efectiva y a que nivel afecta al cuerpo, ya que para alguien que come todo lo que enumeraba al principio no es tarea fácil cambiar todos esos hábitos y costumbres de un día para otro.

Pues ya han pasado los 30 días, y las conclusiones y sensaciones al respecto son muchas. Para quien no haya leído lo que escribí en su día, decir que la decisión fue hacer un cambio radical de un día para otro, por lo que desde varias semanas antes de la fecha de inicio empezamos a gastar todo lo que teníamos de embutidos, leche, yogures, queso, huevos, claras, carne y pescado. El día elegido para empezar fue un lunes, así que el sábado, con una lista de la compra bastante diferente a la habitual, nos fuimos de compras a un par de supermercados para hacernos con todo lo necesario.

Como suelo hacer con las publicaciones que se alargan mucho, la voy a dividir en dos partes. En esta primera quiero reflejar los aspectos generales a los que nos hemos enfrentado en el día a día, y en una segunda parte voy a intentar centrarme mas en los cambios personales que hemos observado como resultado del cambio. En definitiva, esas sensaciones en lo que respecta a mi, y en lo que respecta al resto de la casa (mi mujer y la niña). Mi caso difiere en poco al de ellas, en realidad solo en la cantidad de proteínas que debería consumir al día, ya que con los entrenamientos con pesas que hago 3 veces por semana si quiero progresar, aunque sea mínimamente, debería respetar esa cantidad de protes.

A LA HORA DE HACER LA COMPRA


He aquí uno de los cambios mas significativos. Es alucinante como al eliminar de la ecuación lácteos, huevos, carne y pescado, te sobra mas de la mitad del supermercado, y la compra se hace en mucho menos tiempo. Lo primero que hemos puesto en práctica es hacer la compra semanal de la verdura y la fruta en el mercado local, en vez de en el súper. Es mucho más barato, mas sano y encima consumimos productos productos locales.

El gasto es como mínimo un 30% menos que la compra habitual que hacíamos. Estamos yendo  el sábado por la mañana al mercado, y volvemos con un montón de verdura y fruta, igual con 10 kilos entre todo, y el coste medio viene siendo de entre 10 y 12 euros. El resto ya es cuestión de comprarlo en nuestro supermercado habitual, pero ya es lo mínimo (siempre refiriéndome a comida, claro está).

PRODUCTOS ESPECÍFICOS


De repente descubres productos como la Quinoa, Lino, Mijo, Trigo, Tofu, Espelta, Arroz integral, Pasta integral, Cous Cous, etc. que antes veías siempre de lejos, pero que ahora han pasado a estar en tu despensa... Ya es cuestión de lo que te quieras complicar innovando recetas, pero las posibilidades son infinitas.

Las legumbres son básicas y se deben consumir a diario ya que son una muy buena fuente de proteínas, y se pueden preparar de formas que ni imaginas. Ah!, y hay muchos mas tipos de los que crees.

Las especias, otra familia bastante olvidada que también se vuelve imprescindible. La mayoría de las comidas si no se cocinan con alguna especia que le de alegría quedan insípidas: Curry, Cúrcuma, Canela, especias árabes (Ras el Hanout), especias para fajitas y burritos, Comino molido... Hay mucho donde elegir.

Se me olvidaban los frutos secos y las semillas, también muy importantes, ya que aportan ácidos grasos Omega 3 entre otras cosas, y se pueden encontrar en las semillas de Lino, Chía y semillas en general y en frutos secos como las Almendras y Nueces.

CONSEJOS PARA NO VIVIR EN LA COCINA


Se podría decir que esta es la parte mas difícil de todo el proceso. Si no tienes curiosidad o no se te da bien la cocina, es un problema, porque hay miles de recetas alucinantes que no vas a probar. Y no creo que nadie aguante mucho comiendo todos los días lo mismo. Si bien es cierto que está comprobado que cualquier familia tiene como mucho 10 o 12 platos diferentes en su dieta y esas son las recetas que vamos rotando, aquí te lo vas a tener que currar un poco.

Es la parte que mas me ha agotado, ya que desde el primer día empecé a buscar recetas alternativas a lo que comíamos habitualmente: tortilla de patatas, albóndigas, potajes, hamburguesas, croquetas, postres... y eso supone pasar bastantes horas en la cocina. Si quizás el cambio hubiera sido paulatino, hubiera sido menos agotador, pero soy de los que cuando se mete en algo, se mete de cabeza.

Lo bueno es que a lo largo de este mes, he conseguido hacer y casi perfeccionar 19 recetas como para no aburrirme durante una temporada. Esta lista la iré ampliando, pero ya no hace falta pasar tanto tiempo en la cocina. Los consejos que puedo ofrecen en base a mi experiencia son:

  • Cuando te pongas a cocinar, hazlo para mas de una comida. Con esto me refiero a que si vas a hacer croquetas de mijo, no hagas 15 croquetas. Ya que te pones, haz el doble o triple y lo que no comas ese día al congelador y ya te estás quitando de cocinar para un par de comidas.
  • Yo cocino el fin de semana, normalmente el domingo, para tener por lo menos la comida del medio día de lunes a viernes. Es fácil. Haces un potaje de garbanzos que te dé para dos días, un sofrito de verduras para otros dos días (que luego los terminas justo el día que los vas a comer), y con eso vas servido hasta el jueves. El viernes preparas alguna pasta, por ejemplo, y listo. Las cenas sí son mas de hacer a diario, pero son mas sencillas que las comidas.
  • Cereales como el trigo, la espelta, el arroz integral, cous cous o similares, lo puedes cocer también en cantidad como acompañamiento para un par de comidas o tres, y tenerlo en el frigo ya que aguanta perfectamente.
  • Las legumbres las hago en la olla expres de medio kilo en medio kilo, tanto los garbanzos como las alubias o las lentejas. Cuando están en su punto, las paso por agua fría y las escurro. De ahí van al congelador en bolsas zip, y voy sacando conforme me hace falta. Solo hay que ponerlas en un poco de agua caliente y se descongelan en unos minutos.
UN GRAN DESCUBRIMIENTO: LOS "LÁCTEOS" DE SOJA


El primer cambio al que nos enfrentamos de cara fue a la leche y los yogures de soja. El cambio tuvimos que hacerlo paulatinamente, sobre todo con la leche. El truco era poner al principio, mitad de leche de soja, mitad de agua, lo cual lo rebajaba y suavizaba el sabor, que es un poco potente hasta que te acostumbras. Con el pasar de los días, fuimos subiendo la proporción de leche y bajando la de agua, y apenas una semana después, ya estábamos habituados a ella. Hasta tal punto que ahora la preferimos a la de vaca con diferencia. Y además, al realizar postres usando leche de soja, como por ejemplo el arroz con leche, quedan mucho mas cremosos, con un toque avainillado y un ligero sabor que por lo menos a mi me recuerda a la horchata. Decir que estos productos de soja son, de media, un 25% mas caros que los de vaca.

Para terminar con las bebidas de soja, añadir que cada supermercado tiene su marca propia, y he comprado de por lo menos cuatro diferentes (Carrefour, Día, Mercadona y Leclerc) y hay diferencias bestiales. Las que creo mas recomendables en lo que a ingredientes se refieren son las de Mercadona y Carrefour, sin apenas añadidos y con muy poca azúcar. Sin embargo las de Día y Leclerc tienen un sabor muy fuerte a vainilla y bastante azúcar comparado con las primeras.

Con los yogures, el amor fue casi instantáneo, ya que son bastante suaves y cremosos y están muy buenos, tanto los que llevan fruta añadida, como los postres de chocolate o de vainilla (los del Mercadona, por ejemplo).

HAY QUE RESPETAR LAS PROPORCIONES


Un aspecto importante al empezar con este tipo de alimentación es respetar tanto las cantidades como los tipos de alimentos que se aconsejan consumir. Me refiero a que, si por ejemplo, tienes que comer 4 piezas de fruta, no debes de saltártelo a la ligera, ya que al haber restringido la variedad de alimentos (recuerda que en tu frigo ya no hay lácteos, huevos, carnes o pescado) es importante cumplir para que no nos falte de nada.

Hay determinadas vitaminas, minerales y ácidos grasos, léase por ejemplo Calcio, Hierro, Zinc, Vitamina B12, Omega 3, etc. que son imprescindibles para un correcto funcionamiento del organismo y si privamos a éste de ellos, podemos tener un problema.

Una de las cosas que nosotros hacemos para cumplir con la fruta y las verduras es preparar para la merienda un batido (también conocido como smoothie) que cómo mínimo lleva 4 piezas de fruta, 2 porciones de Kale, Brócoli o Col, leche de soja y 2 cucharadas de semillas de lino. Y esto lo hacemos a diario, lo cual no quiere decir que un día por cualquier motivo no sea posible, pero procuramos evitar saltárnoslo.

Si estás interesado en empezar a comer de esta forma, deberías ver este vídeo. En el se explica en apenas 13 minutos las cosas a tener en cuenta a la hora de empezar con una dieta vegetal:


TAMBIEN HAY COMIDA BASURA VEGETARIANA


Si tenemos en cuenta que para que un producto sea vegetariano tan solo basta que no tenga nada que proceda de un animal, en el mercado podemos encontrar infinidad de comida procesada, dulces y demás que son considerados igualmente como comida basura por muy vegetarianos que sean. Que un día te apetezca comer algo de esto es normal, pero no se deben incluir alimentos de este tipo en la dieta como algo habitual o diario. Procura siempre huir de comidas procesadas. Si puedes, prepárala tú, y si un día no te queda mas remedio que comer porque no tienes otra alternativa, pues no pasa nada, pero no lo conviertas en algo habitual.

NO SEAS EXTREMISTA CON LA DECISION QUE HAS TOMADO


Desde el principio tuvimos claro que el motivo principal del cambio a una dieta vegetariana era la salud, y que por lo tanto se trataba de eliminar los productos que he mencionado de nuestro día a día, pero sin llegar por ello a caer en extremismos.

Con esto me refiero a que si un día sales a tomar algo con unos amigos, o si tienes una comida familiar y no te queda mas opción que salirte de lo estipulado, pues te sales y punto. Si te tienes que comer un trozo de carne, no te va a matar. Yo me centro, no en lo que me voy a comer en ese momento, sino en todo lo que he dejado de comer durante el resto del tiempo. Hay que adaptarse a cualquier situación si no quieres que se convierta en un problema.

COMO LO VE EL RESTO DE GENTE


Este es un punto delicado, ya que incluso yo mismo afirmaba tajantemente hasta hace apenas un par de meses que jamás sería vegetariano, siendo de los que piensa que hay que comer de todo y que lo contrario no es sano. Es cierto, pero mi percepción cambió cuando descubrí que lo que se supone que siempre nos han vendido como algo necesario y bueno, resulta ser todo lo contrario. Quien quiera ampliar información, que vea los documentales de los que hablo en la primera publicación, que está enlazada al principio de ésta.

A lo que me quiero referir en este punto es a cómo te sientes cuando le dices a alguien que has empezado a ser vegetariano y notas que te miran de soslayo, con los ojos muy abiertos pensando, "este tío está loco"... Te das cuenta que a veces es mejor no decir nada, porque sin darte cuenta empiezas a dar explicaciones que en el fondo no sirven de nada. Es sencillo, yo no me meto con lo  que tú comes y lo respeto, así que haz tu lo mismo conmigo y todos contentos :)

No quiero alargar mas esta primera parte, solo deciros a los que hayáis llegado hasta aquí (que no creo que seáis muchos), que si leéis la segunda parte de estas conclusiones comprobaréis los cambios reales que han supuesto para nosotros el hecho de haber estado siguiendo una dieta vegetariana durante un mes.

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