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miércoles, 4 de octubre de 2017

De carnívoros a vegetarianos: Sensaciones personales (y II)


Después de comentar hace unos días las impresiones generales tras un mes con la dieta vegetariana solo me queda contar que cambios personales a nivel físico y emocional he notado a raíz del cambio. En la anterior entrada me centré más en como habían cambiado las cosas a nivel general: la compra, alimentos nuevos, forma de cocinar, etc. Así que ahora toca la parte mas importante, o al menos para mi.

HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LAS CARNES, PESCADOS, HUEVOS Y LACTEOS

En contra de lo que suponía, ha resultado mas sencillo de lo que imaginé, o por lo menos lo ha sido para nosotros. Teniendo en cuenta que mi fuente principal de proteínas eran estos tres productos, al principio pensé que me iba a resultar difícil el simple hecho de, por ejemplo, dejar de cenar la típica tortilla de un huevo con varias claras y atún como venía siendo habitual, y lo mismo con los filetes de pollo a la plancha, o esos estofados de carne de pavo que ya eran habituales como mínimo una vez a la semana.

Con la leche y los yogures también ha sido radical, ya que les daba mucha caña a diario, y ahora apenas como yogures de soja y la leche que bebo es la que tomo con los cafés y con los batidos, y es de soja o leche de avena casera

La adaptación ha sido total desde el primer día. Pero claro, era posible que tuvieran que pasar algunos días mas para notar la falta de estos alimentos. Nada... pasadas dos semanas, no tenía sensación ni necesidad de comer ni carne ni huevos. Y con la leche, exactamente igual. Así que podría resumir diciendo que efectivamente, hay vida mas allá de dichos alimentos.

PERDER PESO COMIENDO MUCHO

Comiendo a mi antojo, sin mirar cantidades ni calorías, he perdido en un mes aproximadamente 2,5 kilos, lo cual quiere decir que me encuentro en déficit calórico. Pero sin pasar nada de hambre. Hay muchas comidas que no puedo terminar, porque ya no me entra más... Suelo hacer 5 comidas al día: desayuno, algo a media mañana, la comida, un batido de fruta y verduras de merienda, y la cena.

ANTOJOS

No soy de muchos antojos, la verdad, pero de vez en cuando si que me apetece algo concreto. La frecuencia con que esto me ha pasado con esta dieta se ha reducido muchísimo. Incluso con la cerveza, que por las noches al llegar a casa me apetecía horrores, ahora hay muchos días que ni la pruebo.

Sí he notado que a veces me apetece mucho por ejemplo, comer fruta, cosa que antes no me pasaba.

SUEÑO

Ya venía arrastrando irregularidades en el sueño desde hacía mas de un año. No conseguía dormir una noche seguida, despertándome hasta 4 y 5 veces. Tenía un sueño muy ligero y obviamente, me levantaba muy cansado y el rendimiento del día a día era un asco.

No había pasado una semana desde que empezamos, y sin darme cuenta dormía casi de un tirón. Lógicamente tuvieron que pasar un par de semanas o tres hasta medio recuperarme y que los ciclos del sueño se estabilizaran. Pero a fecha de hoy, la norma es que duerma bien, y la excepción, lo contrario.

ENERGÍA

Era el segundo punto que me preocupaba, ya que tomé la determinación de no contar calorías, por lo menos al principio. Bastante trabajo suponía la búsqueda de nuevas recetas (y prepararlas) como para encima estar pendiente de las calorías.

Desde pasados apenas tres o cuatro días empecé a notar que levantarme por las mañanas me resultaba mas fácil. A ver, no es que me levantara bailando, pero si que me costaba mucho menos arrancar. Igualmente me ha pasado con las siestas. Acostumbrado a dormir un rato después de comer, hay muchos días que me levanto tal cual me acosté, sin haber apenas cerrado los ojos.

ANSIEDAD

Con mi anterior dieta, me pasaba que justo un rato antes de la hora de la comida y de la cena, me entraba ansiedad, porque llegaba a esa hora con bastante hambre. Esto, si no ha desaparecido, se ha reducido casi en su totalidad. El hecho de comer tantos vegetales, fruta y legumbres te mantiene saciado casi todo el día. Solo ha habido un par de ocasiones en los que si llegue a la comida y a la cena con algo de hambre, pero tiene lógica ya que esos días coincide que no pude tomar nada a media mañana o no pude hacerme el batido de fruta y verdura que tomo a media tarde.

MEJORAS EN LA PIEL

Otra cosa que descubrí pasadas un par de semanas es que la piel me parecía haber cambiado, ya que por ejemplo, desde hace años, al afeitarme, era habitual que me cortara como mínimo en tres o cuatro sitios. De repente un día, me di cuenta que en los últimos tres afeitados no me había cortado, y así ha seguido hasta hoy día. Se que puede sonar raro, pero es la única explicación que le encuentro, ya que no he cambiado ni la maquinilla ni la forma de afeitarme.

RENDIMIENTO EN EL GIMNASIO

No he notado cambios notables en este aspecto. Sigo entrenando, eso si, con algo menos de intensidad dadas las molestias que tengo en el brazo izquierdo, y aunque hay días en que me cuesta un poco mas hay que tener en cuenta que estoy en déficit calórico, o sea, que gasto mas energía de la que consumo, y eso supone una bajada en el rendimiento, lógicamente.

A NIVEL PSICOLÓGICO...

El hecho de comer sin tener que estar pendiente de las cantidades y encima ver que pierdes peso es extraño o curioso. Desaparecen los sentimientos de culpabilidad si repites de plato o si te sirves un poco mas de la cuenta, y aunque cuesta acostumbrarte a esta sensación, al final lo haces.

VEREDICTO FINAL

La verdad es que no ha tenido que pasar un mes para darnos cuenta que no íbamos a volver a comer carne, pescado, huevos o lácteos. A la mitad del camino, o sea, pasadas dos semanas, ya lo teníamos claro. Las ventajas son muchas y variadas, y no solo ya por que lo habíamos investigado, si no por lo que hemos comprobado por nosotros mismos. Ahora mismo estoy a la espera de los resultados de un análisis de sangre que me hice cuando llevábamos los 30 días, así que cuando lo tenga, actualizaré la entrada para poner los resultados.

En lo que a mi respecta, me encuentro mejor a nivel físico, duermo mejor, como mejor y si encima puedo blindarme frente a enfermedades de las que están arrasando hoy en día, pues mejor que mejor.

Seguiré compartiendo recetas vegetarianas en el blog de forma continuada y seguiré tratando temas de nutrición en general como venía haciendo hasta ahora, pero nunca lo haré desde una perspectiva  EXTREMISTA. Todas las opciones son respetables, al igual que las decisiones que cada uno tome.

Con toda esta serie de entradas no pretendo convencer a nadie de nada, que cada uno haga lo que crea conveniente. En nuestro caso, después de informarnos de los problemas de consumir hoy en día determinados alimentos debido al tratamiento que le dan y ver que es basura, decidimos hacer de conejillos de indias para averiguar personalmente si era factible o no el llevar una dieta vegetariana. Y todo esto que habéis leído son los resultados. 

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