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viernes, 18 de septiembre de 2020

(Recetas de Tacos) Salsa de mango habanero


Partiendo de la base de que no soy muy fan del mango (su olor me recuerda a la gasolina), ésta no era una salsa en la que tuviera puestas muchas esperanzas, y la prepare más que nada porque a las mujeres de la casa les gusta mucho el mango.

El vídeo de donde saqué la receta decía que para 4 tazas de mango se añadía ¡1 taza de habaneros!, lo cual ya sabía yo de antemano que era una auténtica barbaridad. Me cuesta creer que incluso el más acostumbrado al picante pueda con esa cantidad de habaneros. Yo estuve tentado de ponerle dos habaneros, pero al final, se quedó en uno.

Las cantidades que voy a detallar en la receta son las que usé en función de cómo iba viendo que quedaba la salsa conforme la iba preparando. 

Otro detalle que no se comentaba en el vídeo, y que por suerte lo dijeron en otro de los que visualicé, es que no se recomendaba, a no ser que se estuviese muy curtido en el mundo del picante, trocear los habaneros para sofreirlos junto a la cebolla o lo que fuese, porque el aire se volvería irrespirable. Menos mal que seguí el consejo...

El resultado final es acojonante. Queda una salsa bastante fina, con el particular toque dulce del mango y el dulzor del azúcar integral de caña, con el punto ácido que le aporta el vinagre y el toque picante del habanero, todo en su justa medida, con un resultado muy equilibrado.

En tacos sobre una base de carne mechada queda literalmente espectacular, pero es que si le pones un poco por encima a un filete, ya sea de cerdo, pollo o ternera, no se queda atrás. Resumiendo, una de las mejores salsas picantes dulces que he probado.

No me enrollo más, a cocinar!.

Ingredientes:

  • 1 Mango maduro en trozos 
  • 1 Cebolla en trozos medianos
  • 1 Chile habanero
  • 2 Dientes de ajo enteros pelados
  • Aceite de girasol
  • 1 cs Azúcar integral de caña (panela)
  • 1 cs Vinagre blanco
  • Sal
  • 50 ml. de Agua + 50 ml. Agua
Preparación:

En una sartén ponemos un poco de aceite de girasol, y añadimos la cebolla en trozos grandes, los dos ajos pelados y el chile ENTERO, SIN CORTAR, al que le habremos quitado el rabito.


Saltearemos hasta que se vayan pochando.


Ahora es el momento de añadir el azúcar integral de caña, el vinagre y un poco de sal, removemos y dejamos a fuego medio durante 10 - 15 minutos, y observaremos como el mango se va deshaciendo.


Añadimos 50 ml. de agua a la sartén y dejamos que cueza, removiendo de vez en cuando. Llegará un momento en que el mango prácticamente se ha deshecho, entonces apartamos del fuego y dejamos templar.

En este punto queda el mango justo antes de retirar la sartén del fuego.

Pasamos todo a un vaso para batirlo (o un procesador o robot), y batimos hasta tener una consistencia parecida a una crema de verduras

Si vemos que queda demasiado espesa, añadimos 50 ml. de agua y volvemos a batir. OJO con no pasarnos y que nos quede demasiado líquida, es mejor ir echado el agua poco a poco hasta conseguir la textura adecuada.

Esta es la textura final.

NOTA: se le puede añadir una zanahoria, que se pone junto con la cebolla, el ajo y el chile desde el principio, pero yo no la puse y me quedó muy bien de sabor.

Probadlo y me contáis!

jueves, 17 de septiembre de 2020

(Recetas de Tacos) Cebolla roja encurtida con o sin chile


Nunca imaginé que algo tan sencillo resultara tan polivalente. Decidí preparar este encurtido tras ver en varios vídeos cómo se lo añadían a un taco mexicano, y pensé que también serviría como acompañamiento de otras comidas.

Una preparación sencilla y además rápida. Sencilla porque los ingredientes son comunes y es fácil que lo tengamos todo sin tener que salir a comprar, y rápido porque ademas de hacerse en un abrir y cerrar de ojos, solo tiene que reposar entre 1 y 2 días y estará listo.

Además, está cebolla encurtida permite bastantes variaciones, ya que, por un lado, puedes modificar los ingredientes líquidos hasta encontrar la combinación que más te guste, y respecto al picante, puedes usar chile habanero, jalapeños o simplemente no ponerle ningún tipo de picante.

Una vez lo hayas preparado y haya reposado durante mínimo 1 día, podrás usarlo tanto en tacos como aderezo de otras comidas, como por ejemplo, de unas lentejas, a las que en muchos sitios suele ponérsele algo ácido, como el vinagre. También le van de lujo a un perrito caliente o sobre un filete de ternera, cerdo o pollo.

Vamos a necesitar lo siguiente.

Ingredientes:

  • 2 Cebollas moradas pequeñas
  • Zumo de  2 limones 
  • Zumo de 1 naranja
  • Vinagre blanco
  • Opcional: 1 habanero o 2 jalapeños
  • Sal
  • Orégano
  • Laurel
Preparación:

Esta cantidad cabe perfectamente en un tarro de cristal donde suelen venir los garbanzos, el formato grande (400 gr.escurridos), no el pequeño.

Lo primero que haremos será cortar la cebolla en juliana, y la colocaremos en un bol donde la cubriremos con agua hirviendo, dejándola blanquear durante un par de minutos.

Pasado este tiempo, las escurrimos y las pasamos bajo agua del grifo para enfriarlas. Dejamos escurrir de nuevo un momento.

Mientras tanto, si hemos decidido añadir chile picante, troceamos el habanero en trozos pequeños o un par de jalapeños de igual forma. Podemos restarle potencia desechando las semillas.

Exprimimos un par de limones y una naranja y  reservamos.

En el tarro de cristal, con la ayuda de unas pinzas, vamos colocando cebolla hasta llegar a la mitad más o menos. Encima ponemos un poco de sal, un poco de orégano, la mitad del chile que hayamos elegido (en caso de haberlo decidido ponerlo) y una hoja de laurel, y seguimos añadiendo cebolla hasta llegar a la parte superior del tarro. Volvemos a poner sal, orégano, el resto del chile y otra hoja de laurel.

Ahora vertemos por encima el zumo de limón, el de naranja y lo que falte hasta cubrir la cebolla, con vinagre blanco.

A la izquierda, cebolla sin chile, y a la derecha, con jalapeños.

Las cantidades de cada uno de los líquidos las puedes modificar, e incluso quitar alguno, solo es cuestión de experimentar.

Cerramos el tarro, le damos un par de vueltas para que se mezcle todo bien, y lo metemos al frigo durante mínimo 1 día, si son 2, mejor.

Pasado este tiempo veremos cómo la cebolla ha cambiado su color por un rosa intenso, y podremos emplearla como más nos guste.

Si os gustan los encurtidos, este seguro que os encantará.

lunes, 28 de enero de 2019

Salsas picantes chinas Lao Gan Ma

 

Que en casa somos muy aficionados a la cocina asiática no es ningún secreto, y que el picante nos tira también bastante, sobre a mi, tampoco. Pues no hace mucho nos enteramos de la apertura de un nuevo restaurante en León especializado en comida asiática llamado KAMADO y decidimos probar.

Lo cierto es que salimos contentos, tanto con la comida como con el servicio. Están especializados en distintos platos: currys, dim sum, fideos, sopas, etc... y en lo referente a los postres, si vais no dejéis de pedir la maceta de gofre y helado, Gai Daan Jai se llaman.

Pero de lo que quiero hablar ahora es de un picante que tenían llamado «SPICY CHILI CRISP», "chili picante crujiente" en cristiano, de la marca Lao Gan Ma, un fabricante chino de salsas picantes.

Se trata de un picante bastante curioso, porque está crujiente como bien dice el nombre. Se podría decir que es algo así como trocitos de chili crujientes en un aceite rojo intenso, color que imagino proviene de los propios chilis.

Intenté localizarlo en la tienda de productos asíaticos que hay aquí en León, pero no lo tenían. Viendo que de manera local no lo iba a encontrar, lo busqué por Amazon, y como no, allí estaba. Eso si, un poco caro.

Pero lo que si encontré en la tienda de León era otro tipo distinto de chili, de la misma casa, llamado «CHICKEN FLAVOUR CHILI OIL WITH TOFU», o sea, "chili en aceite con tofu y sabor pollo".


Es muy parecido al primero, pero es menos picante y con pequeños trozos de tofu duros como una piedra, imagino que se ablandaran al añadir esta salsa a un guiso o sopa.


El uso que yo le doy es como acompañamiento para casi cualquier plato: carnes, pescados, verduras, sopas, etc... Si tuviera que elegir, me quedaría con el primero, ya que es mas picante y tiene bastante menos aceite. En ambos casos, hablamos de picantes no avinagrados, es decir que no tienen ningún tipo de cítricos o vinagre como sabor predominante.

El que conseguí encontrar aquí no llegó a los 3 euros, mientras que el de Amazon se disparaba a los 8 euros, envio aparte.

La versión con tofu no creo que la vuelva a comprar, ya que aunque no está mal, no me aporta nada que otros picantes no hagan. Quizás le sacaría mas rendimiento si lo cocinase en alguna receta, no lo se. De momento, prefiero usar este tipo de salsas de la forma habitual, que para cocinar ya tengo otras alternativas.

jueves, 16 de febrero de 2017

(Receta) Picante de guindillas y tomate


Hoy, por fin, me puse a preparar una salsa picante, y aunque buscaba alguna diferente a las que suelo hacer, o sea, que no tuviera como base una salsa de tomate, al final cambié de opinión, y decidí hacer la base de siempre, pero con algunos cambios. Ahí voy:

Ingredientes (300 gr.):

  • 1 lata pequeña de Tomate natural triturado (390 gr.)
  • 1 Cebolla pequeña
  • 30 gr. de guindillas verdes picantes del país (se les llama también piparras)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 chorreón de Aceite de Oliva Extra Virgen
  • Sal y Pimienta
  • Un chorreón de vinagre
  • 1/2 cc de Azúcar
  • Un chorreón de edulcorante líquido, o en su defecto, un poco mas de azúcar
Preparación:

En un cazo pequeño poner un chorreón de aceite de oliva, y echar la cebolla picada. Dejar que se poche, y cuando empiece a ponerse blanda, añadimos los 30 gr. de guindillas cortadas en rodajas (con las semillas) y los dos dientes de ajo picados. Y dejamos otros 5 minutos, removiendo para que no se pegue.

Ahora echamos la lata de tomate, salpimentamos, ponemos el azúcar (para restarle acidez a la salsa) y un chorreón de vinagre, que luego corregiremos. Y dejamos, con el cazo tapado, que el tomate vaya tomando consistencia, removiendo de vez en cuando. Cuando tenga una textura adecuada, es decir, no demasiado espesa, la pasamos a un vaso de batir, y batimos un poco con la minipimer, procurando que no quede una salsa totalmente homogénea, sino con pequeños trocitos de cebolla, guindilla...

Probamos y corregimos de sal y vinagre. A este último debe saber ligeramente, no tiene que ser el sabor predominante. Dejamos enfriar, y a un bote... listo para acompañar tus comidas habituales.

lunes, 10 de octubre de 2016

(Receta) Pimientos picantes en aceite


Hace poco publiqué la receta de unas Guindillas encurtidas, y se me ha ocurrido crear una serie de entradas de recetas picantes, ya que es algo que me gusta mucho y lo suelo preparar de varias formas diferentes. Así que después de ver como se encurtían las guindillas, voy a poner otra receta que hago, para conservar durante un tiempo los pimientos picantes frescos y que se puede usar como aderezo o acompañamiento de un montón de comidas.

Ingredientes:

  • Pimientos picantes frescos (rojos o verdes), o guindillas, pero frescas, no secas
  • Aceite de girasol
  • Bote de cristal con tapa de rosca
Preparación:

Lavamos bien los pimientos, quitando las semillas y los troceamos. En una sartén ponemos los pimientos y añadimos aceite de girasol, que no llegue a cubrir las guindillas, que quede por la mitad aproximadamente.

Ponemos a fuego medio, y dejamos que se vayan friendo, con cuidado de que no se quemen y se pongan negros. Cuando veamos que ya están blandos y cocinados, apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco.

Lo pasamos todo a un vaso de batidora, y los trituramos dejando los pimientos triturados a un tamaño que sea de nuestro gusto. A mi personalmente me gustan bien pasados. Luego lo vertemos todo al bote de cristal y dejamos enfriar. Al cabo de un rato, el pimiento se habrá asentado en el fondo, y por encima quedará el aceite, lo que hará que se conserve durante el tiempo que queramos.

A partir de aquí, cada vez que queramos usarlo, solo tendremos que abrir el bote, mezclar con una cucharilla y poner un poco encima de lo que queramos.

Nota: Se puede usar aceite de oliva, pero personalmente lo prefiero de girasol, ya que a mi el picante no me gusta que tenga sabor, solo el picor, y algunos aceites de oliva son fuertes y aportan su característico sabor.

viernes, 7 de octubre de 2016

(Receta) Petroleo italiano

Foto prestada. Es mas o menos así como debe quedar.
Vamos a por otra receta de picante. En este caso no tengo foto propia porque hace bastante que no lo preparo. Esta receta me la dio un amigo cuya familia es de origen italiano, y es muy fácil de hacer.

Ingredientes:


  • 1 bote Guindillas secas
  • 250 ml. Aceite de girasol
  • Bote de cristal con tapa de rosca
Preparación:

Partimos todas las guindillas por la mitad, no pasa nada si queda alguna entera o medio rota. Yo os aconsejaría utilizar guantes de látex, porque luego os tocáis un ojo y la liamos.

En una sartén ponemos, a fuego medio, un vaso (250 ml.) de aceite de girasol y añadimos las guindillas. Hay que dejarlo cocinar a fuego medio-bajo durante un rato, siempre con la precaución de que las guindillas no lleguen a freirse. Sería algo así como confitarlas.

Cuando veamos que las guindillas empiezan a burbujear, apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco. Entonces es momento de pasarlo todo a un bote. Y ya está listo para echar por encima a sopas, carnes, pizzas, etc...

Un último detalle. Con el paso del tiempo, el picante aumentará, ya que el aceite se consume y las guindillas siempre quedan al fondo. Hay dos formas de solucionarlo:

  • Añadir un poco mas de aceite de girasol en crudo hasta calibrar el grado de picante.
  • Sacar las guindillas cuando el picante esté al punto ideal nuestro.
Nota: La forma original de preparar este picante es dejando macerar las guindillas en frío en el aceite durante un par de meses o tres, pero haciéndolo de la forma que he explicado, aceleramos el proceso y se puede consumir nada mas se enfríe.

jueves, 29 de septiembre de 2016

(Receta) Guindillas encurtidas


Para aprovechar unas guindillas que nos habían dado, antes de que se estropearan, las hemos encurtido para usarlas mas adelante. A mi me gusta mucho el picante, cuanto mas natural sea mejor, así que esta es una buena opción para conservarlo.

Ingredientes:

  • Guindillas verdes (o rojas)
  • Agua
  • Vinagre
  • Sal 
  • Botes de cristal con tapa de rosca
Preparación:

Lavamos bien las guindillas con agua, y las secamos un poco. Llenamos los botes, previamente lavados con agua y jabón, hasta la mitad con una mezcla mitad de agua y mitad de vinagre de vino blanco. Añadimos una cucharadita de café de sal.

Cerramos y agitamos para que la sal se disuelva. Acto seguido, vamos metiendo las guindillas hasta tener el bote lleno. Llegado ese momento, completamos con agua y vinagre hasta llenar el tarro, y cerramos bien. Lo agitamos un poco, y lo guardamos. 

Tardará aproximadamente 3 meses en estar listo. A partir de ahí, ya se podrán consumir al gusto de cada cual.