Hacía mucho tiempo que no salía de ruta, podría decir que algo mas de dos años, y es una actividad que me tira un montón. Eso de
perderte por la montaña un domingo desde bien temprano,
patear zonas por donde no te cruzas con nadie y sentarte a comerte un bocata en algún sitio con vistas,
lo cierto es que no tiene precio.
Este domingo hemos aprovechado para subir a un
collado (por la zona de Montes Tijera) que está bastante por encima del pueblo
Mirantes de Luna, al pie del mismo
Pantano de Luna. En este pueblo está el
Club Náutico, que es de uso privado.
Este es el recorrido de subida (el de bajada fue el mismo), y el resto de datos de la ruta:
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Los triángulos amarillos son las pendientes mas significativas |
Ruta Mirantes de Luna - Montes Tijera
Fecha: 23 de Abril de 2.017
Dificultad: Baja / Media
Tiempo Total: 2,5 horas subida / 2 horas bajada
Distancia total subida: 6.878 Km
Distancia analizada: 6.878 Km
Distancia lineal: 3.018 Km
Desn. de subida acumulado: 516.86 m
Desn. de bajada acumulado: 68.21 m
Altura máxima : 1689.32 m
Altura mínima : 1200 m
Altura en inicio: 1200 m
Altura en final: 1648 m
Ratio de subida: 9.02 %
Ratio de bajada : 7.64 %
Desnivel positivo por Km: 75.15 m
Desnivel negativo por Km: 9.92 m
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Salimos a las 9 de la mañana de
León con dirección a
Mirantes de Luna, a donde se tarda en llegar aproximadamente entre
40 y 45 minutos. El comienzo de la ruta está a escasos 200 metros del Club Náutico,
en una pista que se encuentra a la derecha y que está cerrada con una valla metálica. El coche se puede aparcar en un lado de la carretera, en una especie de arcén de tierra justo enfrente de entrada del camino.
Una vez empezada la marcha,
el camino empieza a serpentear, y en cuestión de 15 o 20 minutos ya se coge cierta altitud, con vistas al pantano y al Club Náutico. Durante un tramo bastante largo, encontramos alguna que otra sombra en el camino, y a nuestra derecha discurre un arroyo, el
Arroyo del Monte. Pasado un rato, encontramos un desvío a nuestra izquierda, que baja hasta una especie de
depósito de agua, pero nosotros seguimos camino hacia la derecha. A la izquierda, encontramos una
cabaña de pastor, junto a la que pastaban unos caballos:
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Foto de Blanca Díaz |
El día estaba muy despejado, sin apenas nubes, y aunque el camino solo tenía una ligera inclinación,
pasamos bastante calor en este tramo. Seguimos subiendo durante un buen rato, y casi sin darnos cuenta, nos íbamos alejando de la zona de montaña que teníamos como destino, pero decidimos continuar aun a pesar de los carteles indicativos de que se trataba de la
ruta PORTILLA-SAGUERA.
En un punto del camino vimos algo en el suelo, a lo lejos, y cuando nos acercamos, cual fue nuestra sorpresa al descubrir que
por la zona se había realizado algún tipo de prueba de Trailrunning y la organización ni se había molestado en recoger las banderas y letreros de señalización una vez finalizada la prueba. Las habían dejado tiradas en una curva junto a restos de comida, bolsas y demás.
Estas cosas deberían ser denunciables.
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Restos de señalización de un trailrunning abandonados en el camino |
Tras aproximadamente una hora y media siguiendo el camino sin encontrar ningún otro cruce, llegamos a una zona de monte bajo, sin apenas arboles, donde la pista aumentaba notablemente de inclinación, y
el camino empezó a girar hacia la izquierda, volviendo a dejar a la vista las peñas a donde nos dirigíamos. Acabábamos de cruzar el
Valle de Borbusende y estábamos entrando en las
Vegas del Palomar.
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Mirando atrás, hacia Vegas del Palomar |
A partir de aquí, el camino se dirige hacia el collado que teníamos como meta, atravesando un camino a los pies del
Pico de Vega Cercada (se puede ver parte a la izquierda en la foto anterior), visto de pleno en la siguiente imagen:
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El pico de Vega Cercada a la derecha |
A partir de aquí, nos enfrentamos al último tramo por una pista serpenteante, con la vista del collado al fondo. Desde este punto al mirar hacía atrás, quedaba a la vista una especie de valle espectacular.
Aquí se puede ver nuestro destino:
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Foto de Blanca Díaz |
Una vez llegamos arriba, nos fuimos
acercando a un prado que de repente empezaba a descender, y de repente apareció ante nosotros, después de dos horas y media de camino, la vista que buscábamos:
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Vista del Pantano de Luna desde el collado |
Después de hacer las correspondientes y obligadas fotos y
descansar un rato, decidimos no comer aquí y hacerlo abajo, en el pantano. Así que nos dispusimos a desandar lo andado y recorrer nuestros pasos de vuelta a la carretera junto al pantano.
La bajada fue, para casi todos nosotros, peor que la subida. Se hizo
bastante monótona y muy larga, dos horas de bajada frente a las dos horas y media que tardamos en subir. Al parecer hay forma de bajar desde el collado hasta Mirantes de frente, pero decidimos volver por donde habíamos venido.
Antes de comenzar la bajada, quisimos echar un vistazo a otra cabaña para pastores que había un poco mas arriba de donde estábamos, así que subimos hasta allí. Tenia la puerta atrancada, que no cerrada, y aunque se encontraba un tanto sucia, si te pilla una tormenta o similar en esa zona,
te puede salvar la vida:
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Interior de la cabaña, con un camastro y una chimenea. |
Una vez estuvimos abajo, fuimos con el coche hasta otra zona del pantano, donde comimos algo, que falta nos hacía, y a la vuelta hicimos esta foto donde
se puede ver desde el pantano el punto donde habíamos estado:
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Vista del collado, con el Club Naútico abajo, desde la carretera (Foto de Blanca Díaz) |
Resumiendo un poco la ruta, puntualizar que llevaba mucho tiempo sin salir, y las rodillas se me resintieron un poco en la bajada, mientras que en la subida no tuve ningún problema.
Esta ruta se podría considerar de dificultad FÁCIL/MEDIA si se está en una mínima forma. aunque también hay que decir que la realizó
una niña de 9 años (lógicamente con unas cuantas paradas). Hay que ir
bien provisto de agua, con sombrero o gorra para el sol y bastón o bastones para facilitar las subidas.
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