En esta ocasión os traigo un bizcocho muy especial, y no ya por el sabor, que también, si no por la textura. Este tipo de bizcochos japoneses son famosos por su ligereza y por tener un sabor delicado, que los hace completamente diferente a cualquier tipo de bizcocho que hayáis probado.
No son necesarios muchos ingredientes, ni en mucha cantidad, pero el resultado final nos os dejará indiferentes.
Ingredientes:
- 6 Huevos L
- 65 ml. de Aceite de girasol
- 65 ml. de Leche entera
- 65 gr. de Azúcar
- 110 gr. de Harina normal
- 1 sobre de 7 gr. de Azúcar avainillado (si no se tiene, 75 gr. de azúcar en lugar de 65 y esencia de vainilla)
- 1/2 cc de Sal
Calentar el aceite en el microondas durante 1 minuto. Poner el aceite en un bol y tamizar la harina, mezclando bien ayudándonos de una varilla.
Ahora ha llegado el momento de añadir la leche y volver a mezclar. Añadimos la sal y varillamos de nuevo.
Separamos las yemas de las claras, añadir las yemas a la masa y mezclar. La masa dejará de ser tan densa. Una vez bien integradas las yemas, reservamos.
Aprovechamos y montamos las claras. Cuando empiecen a espumar, añadiremos la mitad del azúcar, y seguimos montando. Cuando estén casi montadas, a 3/4 de finalizar, añadir el resto del azúcar y el aroma de vainilla.
Añadir al bol de la masa 1/3 de las claras que hemos montado, y con la ayuda de una lengua, con movimientos envolventes de abajo a arriba, mezclamos. Cuando esté bien mezclado, volcarlo todo al bol de las claras y mezclar de nuevo, con el mismo patrón de movimientos.
En un molde rectangular (yo lo use de silicona), forrar con papel de hornear (si no es de silicona) tanto el fondo como las paredes, y echar la masa. Golpear en la mesa el molde para quitar el posible aire que pudiese tener en el interior, y pasamos por la superficie un palillo, como rayándolo.
Precalentar el horno a 150º, calor arriba y abajo, y cuando llegue a la temperatura, poner el molde en la bandeja, y cubrir el fondo de esta con agua hirviendo, y al horno, a la parte central, donde lo tendremos mas o menos 1 hora y 20 minutos. Debe estar ligeramente dorado por arriba, pero como siempre se hace en estos casos, utilizamos un pincho metálico o un palillo para ver si sale limpio, en cuyo caso, lo sacaremos del horno.
Dejar enfriar un poco antes de desmoldarlo, con cuidado, y terminar de enfriar en una rejilla. El bizcocho bajará un poco, eso es normal.
En este vídeo se puede apreciar la curiosa textura de gelatina que tiene este bizcocho.
No tiene mas, y estoy seguro que no os defraudará.
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