Hace bastantes años que no vivo en Granada, y aunque voy con relativa frecuencia, hay recetas y productos que apenas recuerdo, pero que de una forma u otra, van apareciendo con el paso del tiempo. Este es el caso de los Bilbaínos, unos dulces típicos de mi tierra que poco tienen que ver con los habitantes de Bilbao. De hecho, nunca pensé que fuese un producto de origen granadino (dado el nombre), pero ha resultado que sí lo es. Tengo que decir que tienen una textura curiosa, pero sencilla. Los ingredientes no podían ser mas básicos, pero con ellos se consigue una especie de mezcla entre bizcocho y galleta realmente curioso. No es, como digo, un dulce o torta glamourosa, sino mas bien un dulce humilde, pero con ese encanto particular que tienen las cosas sencillas.
No lo he encontrado en ningún otro sitio, y desconozco la procedencia de su nombre. Lo que si puedo decir es que se trata de un dulce que se solía acompañar con un café en las meriendas o en los desayunos, que solía compartir alojamiento junto a los croissants y a los suizos en los escaparates de las cafeterías y que al parecer, según he podido averiguar mientras indagaba, están prácticamente en extinción. y actualmente no se encuentran fácilmente.
Esta es la imagen mas parecida que he encontrado, y que he tomado prestada de www.asisecomeengranada.com |
Según recuerdo, se solían encontrar en formato individual con forma ovalada, pero en esta receta que he probado y por motivos de tiempo, hice un único Bilbaíno grande, con forma de torta para ir cortando trozos. La receta no podía ser mas fácil en lo que a elaboración e ingredientes se refiere, así que si quieres acompañar un café con algo diferente, tan solo ponte a ello.
El resultado: un montón de recuerdos al dar el primer bocado de algo que había olvidado completamente.
- 450 gr. de Harina de trigo normal
- 250 ml. de Leche
- 125 gr. de Manteca de cerdo
- 200 gr. de Azúcar
- 16 gr. de Levadura Royal (1 sobre)
- 1/2 cc de Sal
- Huevo batido y azúcar para pintar
Preparación:
Esta receta es casi igual de sencilla que la de un bizcocho, o incluso mas.
Tenemos que poner en un bol la harina, el azúcar, la levadura Royal y la sal, y mezclar con una cuchara o una lengua.
En un bol aparte, ponemos la manteca de cerdo, que derretiremos usando el microondas, pero no lo hagas a toda potencia, pon el microondas a la mitad de potencia, y ve de 15 en 15 segundos, hasta que la manteca esté líquida, pero no excesivamente caliente.
Entonces añadimos la leche sobre la manteca, mezclamos y lo vertemos sobre el bol donde tenemos el resto de los ingredientes. Mezclamos bien, hasta tener una masa homogénea y sin grumos.
Es el momento de poner el horno a precalentar, a 180º, calor arriba y abajo.
En la bandeja del horno, ponemos un papel de hornear, y aquí tenemos dos opciones.
- Hacer bilbaínos individuales: para lo cual, pasaremos la masa a una manga y pondremos cantidad suficiente como para hacer una torta ovalada, de unos 10-15 cm. de largo y aproximadamente 2 cm. de grosor.
- Hacer un único bilbaíno para después ir cortándolo en trozos: esta ha sido la opción que he elegido yo, por la comodidad mas que nada. Solo hay que verter toda la masa en el centro del papel de hornear y extender con la ayuda de una cuchara hasta tener una masa de 2 cm. de grosor.
Ahora si, al horno, en la zona media de éste, hasta que veamos que la superficie adquiere un bonito color dorado, pero sin que llegue a quemarse. Sacamos, y dejamos enfriar templar durante 10 minutos, pasados los cuales, con cuidado (es extremadamente quebradizo), lo trasladaremos a una rejilla donde terminará de enfriar.
Acompáñalo de un café o un cola cao y a gozarlo!
0 comentarios:
Publicar un comentario