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lunes, 7 de noviembre de 2016

Así hice mi primera cerveza casera - Colne Valley Bitter (I)

Después de hablar un poco por encima de como entré en el mundo del Homebrewing (o elaboración de cerveza casera), tengo la intención de ir ampliando información sobre el tema y sobre como ha ido cambiando mi equipo. Este lote lo hice ya hace unos años, allá por el 2012, y la materia base usada fue extracto, no grano.

Tal y como comentaba en aquel primer post, empecé con un kit básico, pero aparte tuve que hacerme con varias cosas necesarias para poder hacer mi primer lote con extracto:

  • UNA OLLA: imprescindible para la cocción del mosto. Con independencia del tipo de cerveza que decidamos preparar, tenemos que ponernos en el peor de los casos en cuanto al tamaño, o sea, que si desde el principio nos hacemos con una buena olla, después no tendremos problemas. No sirven las de aluminio por que estropean el mosto. En mi caso, me hice con una comprada en los chinos de 8L, de acero, con fondo difusor (importante para vitrocerámicas) por 17,5€, pero de haberlo sabido me habría comprado directamente una de acero de 30L, por que meses después tuve que comprar otra de 14L.

  • UNA LENGUA DE SILICONA. Por 1€ compré una lengua de las que se usan para postres, pero seguro que en casa tenéis alguna dando vueltas. Para mi fue imprescindible a la hora de apurar el resto que quedó en las latas de extracto de malta, que tiene la consistencia de la miel. Si lo hubiese hecho con una cuchara, podía estar todavía con ello :D
  • CUCHARA O PALETA DE PLÁSTICO. Una cuchara, o similar de plástico (no sirve de metal) con una buena longitud es importante para poder mover el mosto sin quemarse los dedos, como me pasó a mi :D. Preferí no usar la paleta oxigenadora que viene con el kit para no estropearla.
Con todos estos detalles resueltos, vamos a empezar.

LIMPIEZA Y ESTERILIZACIÓN DEL MATERIAL. Metemos el cubo de fermentación y la tapa en la bañera, y lo limpiamos concienzudamente con esponja, agua caliente y jabón, y dejamos escurrir. Ponemos en el cubo 5L de agua caliente, y disolvemos 5 cucharaditas de café de Chemipro OXI. Cuando se haya disuelto el Chemipro, metemos dentro todos las herramientas que vamos a usar para la cocción: termómetro, la lengua o cuchara para sacar todo el extracto, la válvula de fermentación junto con la goma, la cuchara para remover el mosto, un vaso para preparar la levadura, etc. Las dejamos como 5 ó 10 minutos y luego sacamos todo y lo ponemos a escurrir, sin necesidad de enjuagar.



PASOS PREVIOS A LA COCCIÓN DEL MOSTO Antes de cocer el mosto, podemos preparar la levadura (Starter) poniendo 20 cl de agua a hervir. Cuando llegue al punto de ebullición, pasamos el agua al vaso que previamente hemos esterilizado y dejamos que se enfríe hasta llegar a los 27º que es la temperatura en la que la levadura empieza a activarse. En ese momento, echamos la levadura y sin removerla, tapamos el vaso con film transparente y la dejamos aparte.
 


Otro paso previo al proceso es calentar las latas de extracto para que sea manejable, ya que se trata de una especie de sirope muy pegajoso y pesado. Lo mejor es llenar un cubo o el mismo fregadero con agua caliente y dejar las latas dentro durante 15 o 20 minutos.



COCCIÓN DEL MOSTO. Si la olla que tenemos es de 10L, la llenamos con 4L de agua y la ponemos a hervir (si fuera de 8L, llenar con 4L o incluso 3,5L, ya que con 4L se sale al hervir si te descuidas). Cuando hierva, apartamos la olla del fuego y sacamos 1,5L o 2 L de ese agua a otra olla o cazo. Abrimos las latas de extracto y las echamos en la olla ayudándonos de la lengua de silicona. En las latas ponemos en cada una la mitad del agua que sacamos para que despegue el sirope de las paredes y el fondo, y volvemos a mezclar ese agua con el resto del mosto.
 

Removemos a conciencia, con la olla siempre quitada del fuego hasta que esté todo bien mezclado, y ahora si, lo llevamos al fuego de nuevo, hasta que vuelva a hervir, procurando remover constantemente para que no se pegue al fondo. Una vez rompa a hervir, lo dejamos 10 minutos, siempre removiendo.

ENFRIADO DEL MOSTO Este es uno de los procesos mas delicados, por que a partir de ahora es importantísimo que el mosto no se contamine, por que de ser así, se iría todo el trabajo al carajo. A la par, podemos ir añadiendo al cubo de fermentación 10L de agua fresca para luego mezclarlo con el contenido de la olla.
 

La mejor forma de enfriarlo es llenar el fregadero con agua fria y ponerle hielo, y meter la olla con el mosto dentro del fregadero, CON MUCHO CUIDADO DE QUE NO ENTRE AGUA A LA OLLA. Debemos enfriar el mosto y bajar la temperatura del mismo, pero yo cometí un error, y fue enfriarlo demasiado. Cuando después lo mezclé con los 10L del cubo y añadí mas agua hasta completar los 23L, la temperatura bajó demasiado y me costó subirla. Para evitar esto, una vez que lo mezclemos con los 10L que tenemos en el cubo, lo ideal es tomar la temperatura (ojo, el termómetro debe estar esterilizado) y añadir agua caliente o fría para conseguir que la temperatura quede en 25º, que son los que necesitamos para añadir la levadura. Una vez tengamos los 23L de mosto a 25º, quitamos el film del vaso donde tenemos la levadura y la echamos en el mosto. Removemos enérgicamente durante unos minutos con la paleta oxigenadora (esterilizada) con el fin de activar bien el proceso de fermentación. Acto seguido, tapamos el cubo con la tapa y ponemos la válvula de fermentación (o airlock), la cual habremos llenado con agua esterilizada hasta la marca que hay aproximadamente a la mitad. A partir de este momento, durante la semana de la fermentación no se podrá quitar la tapa mas que en situaciones muy concretas, por ejemplo, si no comenzase la fermentación en 48 horas, para remover con la pala esterilizada, oxigenando bien, y volviendo a cerrar inmediatamente.
 

Solo nos queda colocar el cubo en un sitio donde la temperatura se mantenga en el rango de 18º a 24º, que es donde la levadura mejor hace su trabajo, y tomar una muestra y usar el densímetro para averiguar la densidad inicial del mosto. Es importante tener una libreta donde ir apuntando todo lo que hacemos para que en sucesivas preparaciones, podamos corregir en base a lo que hicimos. Apuntamos la densidad y a esperar una semana aproximadamente. La levadura debería empezar a hacer su trabajo en las primeras 24 horas, y la mayor actividad de burbujas en el airlock se da los 3 primeros días, para luego ir bajando poco a poco. A la par, se creará una capa de espuma en la superficie. Durante los siguientes días, tomar un par de mediciones de la densidad, ya que debe bajar por debajo de 1016, aunque los valores de densidad varían según el tipo de cerveza, lo mejor es comprobar este dato en las instrucciones que acompañan al extracto de malta. Si os preguntáis si se puede probar el mosto cuando sacamos una muestra, la respuesta es si, se puede probar una vez medida la densidad, y así vamos viendo como va cambiando el sabor de nuestra birra. Cuando veamos que pasada esta semana la actividad de la válvula es prácticamente nula, y la densidad no cambia, deberemos ir planteándonos pasar al siguiente paso.
 


Este post se ha alargado, pero quería dar los máximos detalles posibles por si alguien se anima a cocinar. Si tenéis alguna duda, no dudéis en dejar un comentario. Nos vemos dentro de unos días para la siguiente parte del proceso :)

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