Para aprovechar unas guindillas que nos habían dado, antes de que se estropearan, las hemos encurtido para usarlas mas adelante. A mi me gusta mucho el picante, cuanto mas natural sea mejor, así que esta es una buena opción para conservarlo.
Ingredientes:
- Guindillas verdes (o rojas)
- Agua
- Vinagre
- Sal
- Botes de cristal con tapa de rosca
Lavamos bien las guindillas con agua, y las secamos un poco. Llenamos los botes, previamente lavados con agua y jabón, hasta la mitad con una mezcla mitad de agua y mitad de vinagre de vino blanco. Añadimos una cucharadita de café de sal.
Cerramos y agitamos para que la sal se disuelva. Acto seguido, vamos metiendo las guindillas hasta tener el bote lleno. Llegado ese momento, completamos con agua y vinagre hasta llenar el tarro, y cerramos bien. Lo agitamos un poco, y lo guardamos.
Tardará aproximadamente 3 meses en estar listo. A partir de ahí, ya se podrán consumir al gusto de cada cual.
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