Tercera entrega de los famosos cazadores de entes malignos, pero que resumiendo en tres palabras, es más de lo mismo, casi como si estuvieras viendo la primera entrega pero con algunas sutiles diferencias.
Respecto a la historia, es fácil: han pasado 30 años de tranquilidad cuando de repente, desde el mas allá vuelven a la carga hordas de fantasmas para destruir la ciudad de Nueva York. En esta ocasión, el equipo que se encargará de devolverlos a donde deberían estar, es mas bien "una equipa", son cuatro mujeres con un mono que parece que trabajasen en el Feubert.
Ahora mi opinión. Para empezar, hasta que llegó el final de la película y salieron los créditos, estuve convencido de que una de las cazafantasmas era Jennifer Aniston (la de Friends), y resultó que no. Es Kristen Wiig, pero son como dos gotas de agua. De hecho pensé que la Jenni se había retocado la cara. El parecido es alucinante. ¿Quien es quien?
Aparecen, en breves cameos, Bill Murray y Sigourney Weaver. Los efectos especiales, pues bueno, tampoco son para tirar cohetes, en muchas escenas son demasiado exagerados.
Y ahora viene una parte que tengo que soltar o reviento. El que no quiera seguir leyendo, ya sabe... dos caminos tiene.
Esta película es sexista, y bastante a mi parecer. Pero seguramente nadie ponga el grito en el cielo, ya que no es contra una mujer, si no contra un hombre. El papel que hace el secretario que se buscan, Chris Hemsworth, poco mas que es de florero. Se han limitado a buscarse a un tío con buen cuerpo, medio tonto y a reírse de el prácticamente durante toda la película.
He dicho!
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