Hace apenas un mes hablé de Interstellar, del año 2014, en la que el protagonista era Matthew McConaughey, y en esta ocasión, hemos visto otra del mismo actor, basada en hechos reales, y donde también borda el papel.
Entre los años 1.861 y 1.865, mientras América se encontraba inmersa en la Guerra de Secesión, Newton Knight (Matthew McConaughey), cansado de los abusos por parte de los terratenientes sureños y del mismo ejercito con el que se suponía que luchaban mano a mano, decide revelarse contra el sistema.
Poco a poco fue reuniendo a gente de la misma condición, y de cualquier raza o color, desertores, esclavos fugitivos, etc... todos pobres, con hambre y sin esperanzas, para hacer frente a toda una serie de injusticias, llevándole incluso a refugiarse en un pantano. Con ello consiguió la independencia del Condado de Jones. Y luchó por la igualdad y los derechos del pueblo afroamericano como pocos lo hicieron.
Dos horas y veinte minutos de película que la verdad, se me pasaron volando, donde se pueden ver las penurias que tuvieron que pasar en aquella época en la que se podía luchar por los ideales, no como ahora. ¿Que te podía costar la vida? pues si, pero como reza el dicho, "el que algo quiere, algo le cuesta".
Curiosa la escena en que Newton Knight y un montón de afroamericanos van a la primera votación en la que todos se suponían iguales, iban a dar su voto a los republicanos, pistola en mano, con dos cojones, mientras los integrantes de la mesa electoral los troleaban, diciéndoles que no habían llegado las papeletas para votar a los republicanos... hasta que alzaron las escopetas... y vaya que si votaron... aunque no sirvió de nada. Otra injusticia mas para añadir a la larga lista.
Hay muchas escenas de guerra, sangre y muerte, e injusticia, sobre todo injusticia. El Ku Klux Klan haciendo hijaputeces a mansalva, matando a gente que se encontraban por los caminos, ahorcándolos del primer árbol que se encontraban... simplemente por ser negro/a...
Es muy del estilo de Braveheart, Robin Hood, etc. Y lo que mas me ha hecho recordar es la panda de borregos en la que nos hemos convertido hoy en día, sentados en el sofá, dejando que las cosas pasen... y claro, pasa lo que pasa... que tenemos lo que nos merecemos.
Fin...
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