Siguiendo el proceso habitual cada vez que me pongo a hacer alguna receta nueva, encontré varias posibilidades, y de ellas, monté dos versiones distintas para poder comparar.
Esta que pongo aquí es la primera de las dos versiones. En esta receta uso el corazón de una manzana, ya que según pude leer, así se evita el uso de agar-agar para darle la textura típica de una mermelada. El porqué de usar el corazón de una manzana: los péptidos, que son los que se van a encargar de darles esa textura.
Vamos a por la primera prueba:
Ingredientes:
- 330 ml. de cerveza negra
- 175 gr. de azúcar
- 1 corazón de manzana
- 1 1/2 cs de concentrado de limón
- 1/2 rama de canela
- 1/2 cc de clavo
- 1/2 cc de anís
- La piel de una naranja o mandarina, evitando que caiga lo blanco
- 1 cs de extracto de vainilla
Preparación:
El proceso es sencillo. Se pone todo en un cazo y lo llevamos a ebullición. Lo dejamos que hierva dos o tres minutos, y lo dejamos enfriar. Ahora tenemos que guardarlo 24 horas en frigo.
Pasadas las 24 horas, lo colamos, y ponemos el líquido a hervir, que reduzca hasta que tenga la textura deseada.
RESULTADO: Ha salido un caramelo espeso espeso, con muy buen sabor, pero imposible de untar una vez se ha enfriado. El corazón de manzana no parece haber cumplido su función, era demasiado fácil... En fin, seguiré probando...
EDITO: Después de estar a punto de tirarlo, lo volví a calentar, y añadí un par de cucharadas de compota de manzana casera, dejé enfriar y como vi que no espesaba, emboté. Al abrirlo pasados unos días, estaba espectacular. Así al menos no fue a parar a la basura!.
Pasadas las 24 horas, lo colamos, y ponemos el líquido a hervir, que reduzca hasta que tenga la textura deseada.
RESULTADO: Ha salido un caramelo espeso espeso, con muy buen sabor, pero imposible de untar una vez se ha enfriado. El corazón de manzana no parece haber cumplido su función, era demasiado fácil... En fin, seguiré probando...
EDITO: Después de estar a punto de tirarlo, lo volví a calentar, y añadí un par de cucharadas de compota de manzana casera, dejé enfriar y como vi que no espesaba, emboté. Al abrirlo pasados unos días, estaba espectacular. Así al menos no fue a parar a la basura!.
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