Y siempre me llamó la atención la posibilidad de hacer mi propia mezcla de cafés en grano, a mi gusto, para preparar un café recién molido cada vez que me apeteciese. Pero por una cosa o por otra, nunca lo he llegado a hacer. Hasta que hace unos meses, gracias a mi hermana, descubrí la existencia del "café de especialidad", Y ha resultado ser todo un mundo.
Si buscáis información en Youtube, por ejemplo, comprobaréis que hacerse un buen café no es solo molerlo, a la cafetera y listo. Es una especie de ritual, ideal para dedicarle un rato y relajarse, no solo al tomarlo, sino también durante el proceso de elaboración. Y ese es uno de los motivos que hizo que me metiera en esto, un poco la obligación de buscar un rato al día para relajarme un poco y hacerme un buen café.
No hace falta gastar una millonada en artilugios, pero sí hay que tener varias herramientas imprescindibles que se pueden ir comprando poco a poco, para empezar en el mundo del café de especialidad. Y de eso es de lo que voy a hablar en las próximas entradas.
Voy a empezar por lo que creo es la parte mas importante y lo primero en lo que debemos invertir, que es un molinillo. Es lo primero porque teniendo un molinillo, puedes empezar sobre la marcha, comprando algún buen café y preparándolo en la cafetera que tengas en casa.
Casi todos tenemos en la cocina uno de los típicos que tienen aspas metálicas, pero para los cafés de especialidad no sirven, ya que este tipo de aparatos quema el café debido a la fricción, así que olvídate de él. En su lugar ha de usarse un tipo concreto de molino: el de muelas.
En estos molinillos, el café pasa entre dos piezas llamadas muelas y muele el café sin quemarlo y manteniendo todas sus propiedades intactas. Como no tenía idea de si iba a ser algo que fuese a utilizar con mucha frecuencia, inicialmente opté por uno manual, en este caso de la marca Hario, una marca japonesa muy conocida en el mundo del café y con muchos productos reconocidos mundialmente por su calidad.
Una de las propiedades de los molinos de muelas es que permiten ajustar el nivel de molienda, algo que es necesario (y que no puedes hacer con uno de aspas) y que depende del tipo de café y del sistema que vayamos a utilizar para prepararlo. Por ejemplo, para un expreso, la molienda tiene que ser la mas fina posible para facilitar la máxima extracción del café, mientras que para un prensa francesa, la molienda debe ser gruesa, ya que el tiempo de extracción es mucho mayor que en el caso anterior.
El modelo que elegí fue el Hario Mini Mill Plus (enlace a Amazon), con capacidad para 24 gr. de café (dos cafés), y que permite elegir el nivel de molienda girando una pequeña llave. Y es manual, lo que quiere decir que hay que darle al manubrio para moler tu café. Os dejo esta review para quien quiera ampliar información:
Este molinillo, junto con la cafetera Aeropress de la que hablaré mas adelante, son ideales para llevarlos en la mochila, para el camping y situaciones similares, ya que ninguno requiere electricidad ni baterías para funcionar.
Este fue, como decía, mi primer molinillo de muelas, pero no el último ...
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