Foto prestada. Es mas o menos así como debe quedar. |
Vamos a por otra receta de picante. En este caso no tengo foto propia porque hace bastante que no lo preparo. Esta receta me la dio un amigo cuya familia es de origen italiano, y es muy fácil de hacer.
Ingredientes:
- 1 bote Guindillas secas
- 250 ml. Aceite de girasol
- Bote de cristal con tapa de rosca
Partimos todas las guindillas por la mitad, no pasa nada si queda alguna entera o medio rota. Yo os aconsejaría utilizar guantes de látex, porque luego os tocáis un ojo y la liamos.
En una sartén ponemos, a fuego medio, un vaso (250 ml.) de aceite de girasol y añadimos las guindillas. Hay que dejarlo cocinar a fuego medio-bajo durante un rato, siempre con la precaución de que las guindillas no lleguen a freirse. Sería algo así como confitarlas.
Cuando veamos que las guindillas empiezan a burbujear, apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco. Entonces es momento de pasarlo todo a un bote. Y ya está listo para echar por encima a sopas, carnes, pizzas, etc...
Un último detalle. Con el paso del tiempo, el picante aumentará, ya que el aceite se consume y las guindillas siempre quedan al fondo. Hay dos formas de solucionarlo:
- Añadir un poco mas de aceite de girasol en crudo hasta calibrar el grado de picante.
- Sacar las guindillas cuando el picante esté al punto ideal nuestro.
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