Imagino que todos/as aquellos/as que disfrutáis con las series habréis notado la creciente cantidad de ellas que inundan los distintos canales de televisión, ya sean gratuitos o de pago, en los últimos tiempos. La cantidad es ingente, y resulta cada vez mas complicado decantarse por alguna en concreto, así que al final lo que funciona es el boca a boca.
También hay que destacar que la calidad de muchas de estas series (yo en el guión cómo en la realización) deja mucho que desear, y esto es algo que normalmente no tardamos mas de dos o tres capítulos en descubrir, lo que finalmente nos lleva a dejarla en el olvido e ir en busca de otra.
Esta que da no nombre al post es una que descubrí en Netflix hace un par de días, y que ya sólo por la simple y escueta descripción que hacen de ella, llamó mi atención. He visto la primera temporada en apenas 3 días, y he de decir que me ha gustado bastante, por varios motivos que comentaré después de la sinopsis:
"The end of the f***ing world" es una serie británica del año 2017, catalogada como dark comedy (comedia oscura) y nos cuenta la historia de James, un chaval en su etapa adolescente, que ya desde bien pequeño apunta maneras para convertirse en un psicokiller en toda regla.
Su camino se cruza con el de una chica de su misma edad, Alyssa, con un carácter y personalidad un tanto complicada y rebelde, pero que compatibiliza de una forma un tanto extraña con James.
Ambos terminan por tomar la decisión de escapar juntos, en un viaje sin destino y bastante incierto..."
Como decía unos párrafos atrás, me ha gustado por varias cosas. Una de ellas, es el recuerdo inicial que me ha traído de una de las series que para mi fueron pioneras (junto a Perdidos) antes de esta vorágine de series en la que nos hayamos: Dexter. Esta arrancó en el año 2006 y nos cuenta las peripecias de Dexter Morgan, papel interpretado por Michael C. Hall (actor que todos recordaremos de otra serie llamada "A dos metros bajo tierra", de 2.001), un psicópata que fuera del trabajo (es un forense especializado en análisis de salpicaduras de sangre) se dedica a buscar a criminales que merecen ser borrados de la faz de la tierra y darles el final que se merecen.
Aunque a priori no tienen nada que ver, el personaje que interpreta James me recuerda mucho, en lo que a personalidad y forma de expresarse se refiere, a Dexter.
Otro aspecto bastante destacable de la serie es la duración de los capítulos, que rondan los 20 minutos. Estando acostumbrados a series cuyos capítulos pueden durar entre 45 minutos y 1 hora, es de agradecer estos mini episodios, ya que si andas corto de tiempo,ves uno y listo.
Y por último, otra cosa que me llamó especialmente la atención es la música que han elegido para ambientar las situaciones. Temas, muchos de ellos muy conocidos, que encajan perfectamente con las escenas, y que parecen haber sido creados para ese fin.
De momento, a fecha de este post, solo está disponible la primera sesión, compuesta por 8 capítulos.
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