Estoy seguro de que casi todo el mundo conocerá esta especialidad italiana, muy parecida a la pizza, pero en realidad totalmente diferente. Se trata de una masa plana, que suele llevar por encima hierbas aromáticas y otros ingredientes como cebolla, aceitunas y similares, y una masa en la que el aceite de oliva es la clave.
Aunque es muy popular en toda Italia, en la región de Liguria se prepara y consume con especial énfasis. La ciudad mas notoria de esta zona es Génova.
Personalmente me parece una versión aromatizada de las ya compartidas "salaillas de Granada" típicas de mi tierra. La diferencia es qué éstas últimas tienen forma redonda y no llevan en la superficie más que la sal gorda. Además, al igual que las salaillas, se preparan con bastante rapidez y la receta es sencilla.
Esta es mi primera focaccia, espero que la primera de muchas, y como siempre, iré compartiendo las diferentes versiones mejoradas de la misma que vaya horneando.
Ingredientes:
- 500 gr. de Harina de trigo de fuerza
- 380 gr. de Agua
- 3 gr. de Levadura seca o 15 gr. de levadura fresca
- 9 gr. de Sal
- 10 gr. de AOVE
- 2 cs de AOVE + 2 cs de Agua para pincelar
Preparación:
Añadimos la harina y la sal, y volvemos a mezclar de nuevo.
Tapamos el bol y dejamos reposar durante 20 o 30 minutos en un lugar cálido.
La masa justo después de salir de la fermentación en frío. |
Repetimos estos reposos y pliegues 3 veces en total.
Tras el último pliegue, aceitamos un bol limpio, metemos la masa, tapamos bien sea con film o con un gorro de ducha, y lo metemos al frigorífico durante 24 horas
Detalle del levado, la miga ya se ha formado. |
En la bandeja del horno ponemos un papel de hornear, y una capa generosa de AOVE. Ahora, pasamos la masa del bol a la bandeja, y con la punta de los dedos vamos extendiendo la masa, desde dentro hacia fuera, hasta tener una masa rectangular de aproximadamente 1,5 cm. de grosor. Si nos resultase dificil estirarla, la dejamos reposar durante 10 o 15 minutos y volvemos a la carga.
En un vaso o similar, ponemos las 2 cs de AOVE y las 2 cs de agua, y con un tenedor, emulsionamos la mezcla batiendo con rapidez.
Metemos al horno y esperamos hasta que se dore. Entonces la sacamos y le damos una pincelada con AOVE para evitar que la corteza se ponga dura, y dejamos que se enfríe.
Y he aquí el resultado:
Como siempre, seguiré experimentando.
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