Esta es una de esas recetas que, cuando estás comiendo sano, te sacan de un apuro si te apetece algo dulce. Es fácil y sencilla de hacer, la tienes lista en apenas 30 minutos incluyen el horneado y aportan algo en lo que a nutrientes se refiere. ¿Qué más se puede pedir?
Es una versión del archiconocido Carrot Cake (bizcocho de zanahoria) pero en formato magdalena y que se prepara en la freidora de aire en menos de lo que tarda en decirse. La única pega que tiene, si es que se le puede llamar pega, es que al ser una masa mas húmeda de lo normal y no llevar ningún tipo de conservante industrial, no puedes dejarlas demasiado tiempo una vez las hayas preparado. Lo ideal es que se consuman en, como mucho, 4 o 5 días, cosa que no suele suceder por que como decía antes, están de escándalo y suelen desaparecer en mucho menos tiempo. Si no, siempre queda la opción de congelarlas, sistema que ya he probado y que funciona perfectamente.
Con estas cantidades, suelen salir 9 magdalenas, y yo utilizo moldes de silicona, que son muy sencillos de desmoldar y de limpiar.
Así que venga, sin mas preámbulos, vamos al lio.
Ingredientes (para 9 magdalenas):
- 150 gr. de Zanahoria rallada
- 150 gr. de Claras de huevo
- 1 Huevo entero
- 50 gr. de Harina de avena
- 25 gr. de Proteínas de vainilla (en su defecto, añadir 25 gr. más de harina de avena)
- Canela en polvo
- 7,5 gr. Impulsor químico (levadura Royal de toda la vida, 1/2 sobre)
- Edulcorante de tu gusto
- Para el interior y adornar: chocolate, mantequilla de cacahuete, nueces...
Preparación:
La elaboración de estas zanahorias es tan sencilla que se tardan menos en hacer que en decir.
Pelamos y rallamos las zanahorias (si tienes una batidor de vaso tipo Nutribullet, no es necesario rallarlas, simplemente córtalas en trozos y para adentro), y añadimos al vaso donde lo vayamos a hacer primero los ingredientes líquidos, luego la zanahoria rallada y por último, el resto de ingredientes secos (menos los que son para adornar y para el relleno, que los usaremos en breve).
Batimos con la batidora, hasta tener una masa como si fuese para tortitas, que se pueda verter bien en los moldes. Si estuviese demasiado espesa, agregamos un pelín de leche o de claras. Colocamos los nueve moldes, y llenamos un tercio de cada uno con la masa (si vamos a poner relleno). Ahora, ponemos lo que queramos dentro. Para mi gusto personal, la mantequilla de cacahuete les va de lujo, pero también le puedes poner un trocito de chocolate, por ejemplo. Luego, terminamos de llenar los moldes, procurando que quede como 1 cm. por debajo del borde, repartiendo bien la masa para que queden todas mas o menos igual.
Si queremos poner un topping, ahora es el momento. En la imagen podéis ver que yo puse chocolate de dos formas, en lágrimas y en trozo.
Colocamos las 9 magdalenas en el cesto de la freidora de aire, y ponemos a 160º durante 15 minutos. Igual en vuestra freidora necesita, según la potencia, un minuto más, o menos. Sabréis que están listas con el milenario truco de pincharlas, y si el pincho sale húmedo, es que no están todavía listas.
Una vez listas, dejáis enfriar con el molde, y cuando hayan templado, desmoldamos y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla o un papel absorbente si no tenéis rejilla.
Listo, a gozarlas, os aseguro que repetiréis receta en menos de lo que imagináis.
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