Buscar este blog

martes, 1 de abril de 2025

(Receta) Torrijas (Semana Santa)


Nunca entenderé porque hay recetas que únicamente se suelen hacer en épocas festivas muy concretas del año, como si hacerlo fuera de esas fechas estuviera prohibido. Este el caso de un par de recetas de dulces que voy a compartir en estos días, aprovechando que se acerca la Semana Santa. Quizás se deba a que así las cogemos con ganas cuando llegan las fechas adecuadas.

Pues hoy voy a compartir la receta de las torrijas que aprendí a hacer hace muchísimos años. La aprendí de mi padre, y tiene una diferencia con el resto de las que he ido probando a lo largo del tiempo, que a mi parecer, las hacen especiales: la miel de caña.

Aclarar antes de empezar que las torrijas originalmente se preparaban con restos de pan que quedaban en casa de varios días anteriores, con lo que se trataba de una receta de aprovechamiento. Hoy día, los supermercados nos ofrecen alternativas para facilitarnos la tarea. Personalmente prefiero hacerlas con pan, pero si no dispongo de éste, pues no queda mas que comprarlo ya listo para usar. La receta que os pongo se puede hacer con ambos tipos.

Ingredientes:

  • Pan para torrijas
  • Leche
  • 3 Huevos
  • Azúcar
  • Canela en polvo
  • Para decorar: miel de caña (podéis usar la mezcla típica de azúcar y canela en polvo o miel de abeja)
  • Aceite de Girasol para freír
Preparación:

Las cantidades varían, dependiendo de la cantidad de torrijas que vayamos a hacer. Se puede ir calculando y añadiendo sobre la marcha si se nos va gastando la leche o los huevos.

Antes de nada, cortaremos el pan en rodajas (si no viniese ya cortado) de aproximadamente 3 cm. de grosor.

En primer lugar, vamos a mezclar la leche con la canela (generosamente) y el azúcar, poniéndolo todo en un cazo o bol (aproximadamente medio litro para ir empezando). Antes de calentar, la probamos para ver que está a nuestro gusto de dulzor. 

Seguidamente, ponemos a calentar, ya sea al fuego si utilizamos un cazo, o al microondas si preferimos un bol, y dejamos hasta que la leche se caliente ligeramente.

En un plato donde quepan las torrijas, batimos un par de huevos, y dejamos a un lado. Si las vamos a decorar con azúcar y canela, poner en otro plato ambas cosas y mezclar bien.

En una sartén grande, ponemos aceite de girasol abundante, y colocamos a fuego medio/fuerte.

Cuando el aceite tome temperatura, significa que llegó el momento de empezar. Cogemos una rodaja de pan, y la sumergimos en la leche un segundo, le damos la vuelta y repetimos la operación por la otra cara.

NOTA: el truco para que las torrijas queden jugosas es que empapen la suficiente leche como para poder manejarlas sin que se rompan, así que tendrás que experimentar con las primeras rebanadas el tiempo que las tienes remojando.

Escurrimos la rodaja de leche sobrante, y ahora la colocamos en el plato con el huevo batido, y le damos un par de vueltas para que se cubra bien de huevo, volvemos a escurrir, y ahora si, a la sartén. 

Con un par de espátulas o tenedores, lo que mas cómodo te resulte, las vamos girando para que se doren por ambos lados, y conforme vayan estando listas, las sacamos a un plato con papel absorbente. Y así vamos repitiendo la operación hasta tener todas las torrijas listas.

Con forme van saliendo de la sartén, las que ya han reposado en el papel, las pasamos por el plato de la canela y el azúcar, y las colocamos en un plato grande o fuente. Si en lugar de azúcar y canela, lo prefieres, puedes pasarlas a la fuente directamente, y allí, dejarles caer unos hilos de miel de caña o de abeja. Te aconsejo que las pruebes con miel de caña, quedan con un sabor espectacular.

Solo quedará dejarlas reposar y que enfríen... ¡y a merendar!.

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario